Cuatro pasos para invitar a Dios a tú vida diaria.

Cuantas veces nos encontramos pensativos, nos sentimos vacíos, creemos que estamos solos y dejamos que nuestra mente nos recuerde una y otra vez nuestras equivocaciones, sin darnos cuenta perdemos el rumbo y nos olvidamos de la existencia de Dios, quien como todo padre está atento a lo que necesitamos, a lo que nos duele, a lo que guardamos en el corazón, a Dios le interesa todo de nosotros pero que difícil es tratar de verlo en nuestra vida cotidiana, una y otra vez nos preguntamos que hacer o como invitarlo y mantenerlo con nosotros todo el día.

Aquí les comparto algo que practico todos los días, desde que me levanto hasta que me acuesto, espero que les sirva de guía para que fortalezcan su relación con quien debe ser el numero uno de su corazón.

PASO 1: Inicia tu día con una invitación de corazón.

Haz una sencilla oración de invitación para que el Señor permanezca contigo todo el día en todo lo que hagas, te darás cuenta de que al invitarlo, evitaras todo tipo de tentación y que las intenciones de tú corazón tomaran el camino correcto.

Puedes aprender esta corta y sencilla oración que yo la hago todas las mañanas al despertar:

"Padre Bueno en este día lleno de tu amor, te pido que ilumines mi caminar, que lo que haga sea agradable delante de ti, guía mis pasos hacia lo bueno, agradable y justo, quédate conmigo siempre" Amén.

PASO 2: Lee la Palabra de Dios.

El Señor tiene siempre algo nuevo que decirnos en su palabra, solo necesita que tengamos un corazón dócil y dispuesto para recibirlo y para aplicarlo a nuestra vida diaria, te recomiendo leer el evangelio diario, meditarlo y escribir lo que mas llene tu corazón, escribir siempre te dará paz y te ayudará a mantener en tú mente y en tú corazón las respuestas de Dios para cada acontecimiento de tu vida.

"Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca" (Mateo 7,24)

PASO 3: Ofrece tu día.

Todos tenemos problemas, conflictos, dificultades propias de la vida diaria, sean estas en nuestro hogar, nuestro trabajo o en nuestro servicio pastoral, debemos aprender a ofrecer estas tribulaciones a Dios, abandonarnos en su voluntad, dejar que el tome el control de esas cosas que aveces nos hacen perder la paz, confiar en que Dios es bueno y que el obrará según su voluntad.

"Confía en el Señor con todo el corazón, y no te fíes de tu propia sabiduría. En cualquier cosa que hagas, tenlo presente: él aplanará tus caminos." (Proverbios 3, 5-6)

PASO 4: Agradece.

Recuerda siempre que con cada dificultad viene una lluvia de bendiciones, cada día, a cada momento, Dios nos ilumina el corazón con cosas muy simples y sencillas, por eso es importante que al finalizar tu día agradezcas todo lo vivido pues sin duda todo lo que viene de Dios es bueno.

Por último, te recomiendo crear el hábito de llevar un diario espiritual, esta será una experiencia de verdadera comunión con Dios y de mucho crecimiento espiritual,te renovará y te permitirá transformar tú vida en un cien por ciento.

Decídete, e invita a Dios a tu vida.

"El Señor es bueno, tierno y compasivo, que es paciente y todo amor" (Salmo 103, 8).